martes

Reinaba en el ambiente la locura, y la suerte no estaba de mi lado.




Mi maldita cabeza no te para de extrañar.



AMARTE 
BIEN
AMARTE 
BIEN,
Lo
Único
Que
Quiero
Es
Solamente 

¡AMARTE BIEN!
Yo no se si soy para ti, si serás para mí. Si lleguemos a 

amarnos o a odiarnos...
Voy a acostumbrarme mal, a la fuerza aprenderé. Que no sientes como yo, ¡que no sufres como yo!

lunes

Encontrarle el sabor a la 
derrota.
Algo que viva. 

Algo que mate. 

Algo que  escuche y algo que mire. 

Algo que escriba. 

Algo que borre. 

Algo en el viento. 

Algo en la lluvia. 

Algo de vos.





Las Pastillas del Abuelo.
Siento que el viento me sopla de nuevo al oído la frase ideal. 

Caigo parado más de la cuenta y si tropiezo ya no es fatal. 

Porque yo se qué, queda una vuelta de tuerca más.

sábado

SÁ
BA
DO

miércoles

Después, alguien dijo, no somos 
NADA, y sin embargo miren mi cara. 

martes

No hay dolor que duela más, que el dolor del alma...

... dicen. Y creo en eso totalmente. 
No creo que alguien vaya a leer esto, pero es la manera de descargarme que encuentro :/ Muchas veces uno necesita que le pase algo para darse cuenta quien está verdaderamente de corazón, quién está por interés y quién definitivamente, no está. Es feo tener que pasar por una situación difícil para darnos cuenta, pero muchas veces lo necesitamos para abrir los ojos, para salir un poco de la burbuja que creamos con nuestros pensamientos, e ir más allá. 
Hoy no es un buen día para mí, al menos no empezó como quisiera, ni un poquito. En breves palabras resumo a que tengo un problema en ambas rótulas (hueso de la pierna, siendo el sesamoideo (debido a que esta envuelto por el tendón distal del cuádriceps crural) más grande del cuerpo humano. Se encuentra en número par y es un hueso constante.)  Y se me hace difícil el día a día con tanto dolor. Hoy haciendo actividad física me caí, porque las rodillas no me respondieron, me raspé y sentí que se me salían del impacto en el piso... Pero por suerte fue sólo eso, una caída, y no quedan marcas más que el dolor, y algunos raspones. Como decía antes, es feo pensar que haya tenido que pasarme esto, pero es bueno abrir los ojos para ver quién está cuando uno más lo necesita. 
Como dice el título de la entrada, no hay dolor que duela más, que el dolor del alma. Y creo que es verdad. Uno puede estar mal, puede estar dolorido, podés sentir que te pasa un camión por arriba. Y es todo físico. Y por más que ahora estoy escribiendo desde la cama, y no aguanto que me duelan tanto las rodillas, tengo el corazón lastimado. Sonará cursi, pero da lástima pensar que darías cualquier cosa por una persona que por vos no daría nada.
Así que resumiendo, sí agradeciendo a las personas que se preocuparon, en realidad debería hacer una entrada reconociendo su preocupación por mí y mi estado de salud. Pero es lo primero que pensé cuando aterricé.
Hoy más que nunca necesito fuerzas para seguir adelante. No me importa si alguien lee o no. Me tomé el tiempo de escribirlo y, sinceramente, me hizo muy bien.

Abrir los ojos y animarse a ver, aunque lo que haya para ver nos estruje el corazón.

lunes

Día Internacional del Trabajador

Ayer estuve en la PC pero no tenía ganas de escribir. Hoy me levanté, comí, y camino hacia a la escuela observé a muchas personas. 
¿Por qué no hacer un reconocimiento a todos los trabajadores que día a día se esfuerzan (o no) para conseguir bienes con el fin de satisfacer sus necesidades? 
Empecé  a escribir, a escribir lo que pienso. Lo que me sale, lo que me viene a la cabeza pensando en todos ellos. Más allá del origen del Día Internacional Del Trabajador, celebrado el 1ero de Mayo. El 1º de Mayo es el Día Internacional del Trabajador. Se recuerda en todo el mundo, excepto en los Estados Unidos… casualmente, donde todo comenzó. Ahí, los laburantes se hartaron de tener jornadas eternas de trabajo y organizaron una huelga general reclamando una jornada de 8 horas (no tan pretenciosos). Hubo represión y muerte en el corazón del futuro imperio. No era casualidad. El capitalismo industrial se imponía con botas de plomo y leyes anti-obreras. El futuro de Estados Unidos estaba en ser la abanderada de la libertad de mercado, y unos miles de obreros organizados no fueron suficientes para torcer la historia. Los organizadores de la huelga fueron juzgados y condenados. Varios fueron ahorcados con cuerdas legales.   Quiero pensar mas allá. De que TODOS, absolutamente todos los trabajos son dignos. Dignos de realizar, y todos los que lo hacen son dignos a recibir el derecho de que se los trate como tal.  Desde un maestro, una profesora. Un médico, un recolector de basura, un camionero, un taxista. Una bailarina, una actriz. Un cantante, un albañil. Un empleado de comercio, un oficinista. Un ordenanza de limpieza. Todos, absolutamente TODOS tienen el derecho de recibir un salario digno, de que se les den los beneficios que les corresponden, y sobre todo y más allá de lo legal de que se los respete. Todos sentimos que tenemos el derecho a ser respetados por los demás en nuestro modo de ser, de actuar y de expresarnos. Esto exige de nosotros el deber de respetar igualmente a todas las personas.  Por eso escribo esto. Para que terminemos de discriminar a una persona por su trabajo y empecemos a respetarla Algún día yo también voy a estar en ese lugar de tener que trabajar para bancarme. Y me encantaría que todos respeten, a mi trabajo y a mí. Ya he trabajado pero no como lo voy a hacer cuando sea más grande. Yo me entendí. Sin dar más vueltas, me quedo pensando en todo y termino leyendo esto…

¡Salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con esposas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos cristianos. Abajo está la concurrencia, sentada en hilera de sillas delante del cadalso, como en un teatro… Firmeza en el rostro de Fischer, plegaria en el de Spies, orgullo en el del Parsons, Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita: “La voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora”. Les bajan las capuchas, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantable…