martes

Me desperté una mañana, tu melodía aún sonaba. Me vestí de traje, y luego en el parque, arranqué una flor. Me monté en el tren, que según me dijeron, llevaba a tu corazón, pero me quedé dormido, y llegué hasta la 
última estación, y allí no había nadie.



Tan solo estaba yo.

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